(Extraído de Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura, de Alan Sokal, recién publicado)
La primera persona que explique por qué esta anécdota es graciosa, tendrá un "punto de prestigio"
Bertrand Russell cuenta la siguiente historia, muy divertida: "Una vez recibí una carta de una eminente especialista en lógica, la señora Christine Ladd Franklin, en la que se declaraba solipsista y se extrañaba de que no hubiera nadie más (que compartiera su visión del mundo)"
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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